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Cómo diseñar una revolución: la vía chilena al diseño

 

 

En el pasado año nuestro país conmemoraba los 50 años del golpe de Estado cívico-militar, en esta instancia de reflexión sobre nuestro pasado varias fueron las actividades, exposiciones y demás que surgieron para hacernos reflexionar, una de ellas fue la exposición en el centro cultural la moneda que llevaba por nombre “Cómo diseñar una revolución: la vía chilena al diseño”. Una muestra de más de 350 piezas originales de diseño gráfico e industrial destinadas a la acción colectiva, la democratización de la lectura y la música, la reducción de la dependencia tecnológica y la superación de la desnutrición infantil, además de una reconstrucción integral de la salwa de operaciones Cybersyn.

 

Al entrar al salón sigues un recorrido por los años que duro el gobierno del presidente Salvador Allende (1970-1973), ayudándote a comprender como el gobierno de la unidad popular pensó, diseño y construyo un modelo de justicia social que iba más allá de lo que es la política, incorporando nuevos actores y disciplinas para la formación del futuro del país.

Para Regina Rodríguez Covarrubias, directora del Centro Cultural La Moneda, es la exposición más importante del año: “En el marco de los 50 años del golpe civil-militar, esta exposición nos habla desde un lugar poco explorado, más allá del trauma del golpe civil-militar y la dictadura: nos permite conocer y valorar un Chile vanguardista que usó sus recursos creativos para democratizar la cultura, educar y construir lazos de convivencia en favor de la equidad y la innovación. Si bien el país tiene tareas pendientes e ineludibles en torno a la violación de los derechos humanos por parte de la dictadura, ello no nos impide activar la memoria personal y colectiva, rescatar lo que hemos sido capaces de construir trabajando colaborativamente. Chile es un país lleno de creatividad y merecemos que la cultura visual y material generada por el diseño sea puesta en el centro del debate local y global desde los creadores y las comunidades”

 

Sin duda, la exposición nos da un claro ejemplo de como el diseño se pone al servicio de una necesidad, la del pueblo chileno, logrando posicionarse como una herramienta de vanguardia para la transformación social pacifica.

 

Para graficar lo anterior se reúne en esta exposición por primera vez lo mejor del diseño chileno, a través de piezas como los afiches de la Oficina de los hermanos Larrea junto a sus carátulas de discos para la Nueva Canción Chilena, los libros y revistas de la Editorial Quimantú, el diseño gráfico de Santiago Nattino para la educación técnica de campesinos, los afiches de Waldo González y Mario Quiroz para el Servicio Nacional de Salud, las innovaciones de productos para vivienda, agricultura, electrónica y salud del Área de Diseño Industrial INTEC, las adaptaciones productivas de trabajadores industriales, así como el trabajo editorial del Taller Gráfico UTE y sus afiches para la exposición que inauguraría Salvador Allende el día del golpe de Estado.